24 de Marzo: Haciendo educación desde la memoria

por Ana María Ruiz

Como en tantos momentos de nuestra historia reciente, los derechos humanos se encuentran vulnerados a través de nuevas formas de la violencia política. Pico Truncado, en un acto por el Día de la Memoria -acto no central- pero auténticamente reflexivo y participativo, tuvo el privilegio de reunir a trabajadores y luchadores sociales en una sola voz, encaminados hacia el desarrollo de la cultura de la memoria. El acto reunió a más de 200 personas con el pedido de libertad para Víctor Oñate. El 24 de Marzo, nos hace pensar en imágenes de horror cruento y de una realidad siniestra. Al escuchar a los diferentes oradores, surge la instalación de un lenguaje nuevo y de representaciones construidas a partir de la memoria colectiva, porque hace 36 años no existía en los discursos y prácticas el reconocimiento de nociones como: movimientos sociales, justicia social, cultura popular, derechos humanos. La memoria entonces nos da la posibilidad de interpretar el presente y proyectar el futuro en un marco social de recordación y de experiencias vividas. Por otra parte, la función hegemónica ha mostrado y muestra imágenes distorsionadas de la identidad nacional, pues promueve prácticas que atentan con la voz popular. Un elemento para pensar al sujeto social en el actual contexto, es poder incorporar la noción de identidad popular, pues implica la emergencia de una forma específica de ruptura de la institucionalidad vigente. Así, Rancière nos habla de una sociedad de emancipados, “no una igualdad decretada por ley o por la fuerza (…), sino una igualdad en acto”. Esto se traduciría por ejemplo, en libertad legitimada por la dignidad que nos da el hecho de ser personas. Asimismo, Eduardo Guajardo, trovador y poeta social coloró este día con pinceladas musicales que nos hablan de: lucha, de no resignación, de una patria grande. El espíritu luchador y combativo de una Santa Cruz que vuelve a despertar y que comparte los sueños de los trabajadores a través de la mesa de unidad sindical, espera convertirse en un grupo consolidado para recuperar viejas luchas. Eduardo Guajardo nos decía: “Hay que soñar la vida, para que sea cierta…”, apostamos para que la memoria, verdad y justicia sea una práctica cotidiana, todos unidos en la mesa de unidad, porque caminar juntos nos hace dignamente solidarios… 30.000 desaparecidos, víctimas de represión, presos políticos… NUNCA MÁS.

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